El cultivo de cerezo mediante el uso de sensores remotos permite optimizar el uso del agua sin condicionar la producción y calidad de la fruta, tal y como ha demostrado la tesis en la UPCT del ingeniero agrónomo Pedro José Blaya Ros, que concluye que es posible ahorrar un 45% de agua en verano aplicando técnicas de riego deficitario controlado en zonas altamente vulnerables a la escasez de agua como la Región de Murcia.